Artículo original de backcountrymagazine.com, por Brennan Lagasse
Foto: backchillan.com
En la montaña el trabajo en equipo es algo fundamental, pero puede tomar varios años el construir esas relaciones con compañeros de cerro a tal punto de que funcionemos casi de manera automática y segura. Jeff Dostie, mi co-Guía durante los campamentos, es alguien en quien he aprendido a confiar. A través de nuestra relación, hemos podido desarrollar un rutina que usamos para mantener seguros tanto a nuestros clientes como a nosotros mismos. Mientras nosotros aplicamos esta rutina por motivos profesionales, cualquier esquiador de backcountry puede desarrollar una rutina de seguridad y desplazamiento con sus compañeros, probarlas y repetirlas. Siguiendo algunos pasos para construir este tipo de rutinas te puede ayudar a ti y a tus compañeros a volver del cerro sanos, salvos y felices.
CONOCE LA ZONA
Antes de cada temporada, siempre reviso mis apuntes de temporadas anteriores, así puedo recordar temas algo olvidados. Estudio el comportamiento del tiempo y las fomentas que están formado el manto de nieve que voy a esquiar mas adelante. Esto me permite hacerle un seguimiento al manto durante toda la temporada. Cuando se trabaja en este tipo de rutinas, no hay nada mas importante que el presente. Puede que parezca mucho trabajo en un principio, pero una rutina se forma con este tipo de hábitos y dedicación. Es un ritual creado a durante muchas horas y años en terreno.
Jeff y yo siempre estudiamos los detalles del cerro, clima y manto nivoso de donde pensamos ir a randonear, de esta manera podemos predecir de mejor forma las condiciones y elegir el terreno adecuado para bajar. Cuando se está en terreno, hacer observaciones diarias y anotar lo que que vemos es fundamental. A la larga, esas notas nos ayudaran a asimilar información crucial con respecto al terreno que nos rodea.
CONOCE EL PRONOSTICO
En Alaska no es tan fácil tener un pronostico certero. Pero por suerte, yo tengo diariamente contacto con los operadores de heli a través de teléfono satelital. Con la info que otros guías han observado en terreno sobre avalanchas y clima es posible hacer un plan A y plan B con mas confianza. Al final del día, poder saber cuando quedarse en la casa, cuando esquiar algo tranqui, o cuando salir a “pedirle”, es de las cosas fundamentales para una buena operación de Guías.
Revisar el pronóstico, fotos satelitales, boletines de avalanchas o cualquier otra info actualizada es de mucha ayuda. Prepararte con conocimientos detallados antes de salir al cerro es algo que tiene grandes beneficios cuando ya se está en terreno.
COMIENZA EL DÍA CON UN PLAN
Jeff y yo conversamos en la mañana y en la noche, discutiendo situaciones del día o de días anteriores. Siempre tennos un plan específico para la salida y también varios planes alternativos de respaldo que se ajustan al objetivo diario en función de las observaciones que hacemos en terreno. Cuando el plan es ir a una zona muy técnica, se hace la pregunta entre riesgo y recompensa. Si estamos 100% seguros de la habilidad del grupo, la estabilidad de la nieve y el pronostico, entonces se va. Si existe alguna duda respecto de la seguridad, entonces elegimos una bajada mas tranqui o simplemente no vamos.
ANDA SOBRE-PREPARADO
No importa dónde esté guiando, los clientes siempre tiran comentarios de lo pesada que se ve mi mochila. Yo me río nomás y digo que es para entrenar esquiar con peso; la verdad es que ando con mucho más que lo básico de un kit de reparación, botiquín y equipo de sobrevivencia. Se trata de andar sobre-preparado para lo que se pueda necesitar en caso de emergencia – teléfono satelital, radio, cuerda, equipo de rescate en glaciar, bengalas para iluminar en luz plana, etc. La lista es larga, y la esperanza siempre es no tener que usar nada; pero estar preparado para lo peor te asegura no quedar tirado en medio del cerro sin tener las herramientas que pueden servir para salvar a todo el grupo.
Cuando armes la mochila para tu próxima salida, echa solo lo que necesites, pero preocupare de que tu mochila tenga todo lo que necesites para tu objetivo de ese día en particular. Si haces un check-list para simplificar y sistematizar este proceso es mejor. Organízate a modo de que más es menos, porque si es que ocurre lo peor siempre es mejor estar sobre-preparado. Esto es algo que una buena rutina te puede inculcar y se volverá natural mientras más lo practiques.
EL CHECK EN LA MAÑANA
Después del desayuno, checkeo de arva y equipo en el campamento, recién se sale. Siempre tratamos de elegir el terreno de a poco y pensar en todos los escenarios que puedan pasar donde planeamos esquiar en el día. Seguimos tomando decisiones durante el día de modo de gestionar, mitigar y eliminar la posibilidad de meterse en los peores escenarios. Si algo pasa, estamos sobre-preparados, y si es que todo sale bien, estamos todos sanos y contentos.
MAXIMIZA LA ENTRETENCIÓN
Mi rutina cuando guío se basa en lo que llamo el programa SC: Sanos y Contentos. Lo primero es lo más importante, ya que es difícil estar contento si es que no se está sano. Siempre elegimos terreno que pensamos es lo más entretenido para nuestros clientes, pero más que razonable en términos de riesgo. Esto se decide en función de las habilidades del grupo además de la evaluación de los riesgos específicos del día.
RAYA PARA LA SUMA
Mientras más te familiarices con el lugar donde vas a esquiar, con quien vas a esquiar y con los riesgos asociados a un día en particular, mejor lo vas a pasar. La comunicación y el conocimiento previo del terreno son la clave, ya sea en tu montaña habitual o en Alaska. La habilidad de rápidamente adaptar tus planes en caso de tener que arrancar o aplicar plan B es un componente crucial de una buena rutina en el cerro.