Claudio Díaz cumple condena por desobediente, Pero gracias a su memorable acción y a la de su valiente grupo de montañistas, hoy el Rucapillán exhibe nuevamente sus fauces a cientos de turistas que quieren ver en vivo y en directo a uno de los volcanes más activos del planeta. Pero Claudio, el más porfiado del grupo, quiso llegar aún más lejos con el reclamo, y remecer a la opinión pública buscando resaltar lo ilógico y absurdo de la justicia chilena.
Claudio Díaz, de 68 años, fue uno del grupo de los desobedientes que, armándose de esquís y antorchas, partieron aquella noche del 18 de octubre al cráter del volcán Villarrica. El objetivo, mostrarle al mundo que la prohibición de las autoridades de subir al volcán era excesiva y que afectaba gravemente al turismo local.
La noticia sin duda que causó revuelo, y gracias a esa valiente hazaña hoy el cráter está nuevamente accesible al mundo. Pero no se las llevaron peladas.
Todos fueron sancionados y obligados a pagar una multa de 1 UTM por su rebelde acción. Pero el más porfiado de todos, Claudio Díaz, se rehusó a pagar. El motivo, ir más lejos con su reclamo, y hacer notar lo absurdo de la justicia chilena.
Todos somos testigos, casi a diario, de cómo políticos y empresarios están involucrados en enormes escándalos de corrupción. Diputados y senadores, en quienes depositamos toda nuestra confianza, nos defraudan y decepcionan día a día. Grandes empresarios se coluden y a su paso arrastran a jueces, políticos y autoridades en general. Todos tienen precio en la pegajosa bola de poder y corrupción. Estos vándalos, quienes estafan sin ninguna vergüenza a millones de chilenos todos los días, van libres y felices por la vida.
Esto nos entristece y enfurece, pero resignados no nos queda más que demostrar nuestra molestia en redes sociales, o asistir a una que otra marcha por la Alameda. Claudio, quién realizando un acto heroico de sacrificio por su comunidad, se rehusó a pagar una multa absurda y fue encarcelado, aprovechó esta vitrina y alzó la voz. Hoy cumplirá su condena orgulloso de saber que su esfuerzo no será en vano. Esta es su manera de protestar.
Hoy Claudio somos todos, y todos somos Chile, y como chilenos solo queremos que nos saquen el pie de encima, y que todo funcione como debiese funcionar, que las leyes se respeten, y que los pecadores paguen. Claudio cumple hoy condena por desobediencia y nos entrega un mensaje claro: El que la hace, la paga. Esta es una verdadera lección a la tropa de usurpadores y criminales que existe tanto en el mundo político como empresarial, y que hoy se ríen, desde la comodidad de su casa, de lo fácil que es cagarse a medio mundo y salir impune en este país.
Hoy #TodosSomosClaudio
Atte,
Chopo Díaz