Confinados en el hielo – Capítulo 1

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Volcan San Jose

Por Rodrigo Díaz

Una joya del Cajón del Maipo es el glaciar de Nieves Negras, una gigante prolongación de hielo milenario de casi 2000 metros de altura que desciende por la ladera sur del Volcán San José, que felizmente se ha mantenido prístino sin cambios considerables, gracias a que está rodeado por grandes montañas que lo protegen del sol y las altas temperaturas. Además, está alejado de las contaminantes y ruidosas actividades de Alto Maipo de AES Gener y la compañía minera industrial El Volcán o yesera, ambas faenas con sus incesantes tronaduras, remociones de material y tránsito eterno de camiones, los cuales han hecho desaparecer el glaciar de la laguna El Morado y tienen al valle La Engorda recibiendo sendos aluviones de barro durante los deshielos provenientes del glaciar colgante del volcán San José.

Año tras año la cota de polvo asciende en altura y su efecto ya es alarmante a los 4 mil msnm. Las nieves eternas, como le llaman los viejitos de por aquí, parece que no lograrán sobrevivir a dos o tres veranos más, debido a la gran cantidad de polvo y de minerales que se deposita en estos lugares por efecto del viento. Durante la mayoría de los meses del año, dicho polvo, crea capas de calor entre las capas de nieve, quedando atrapado en medio o muy abajo cuando llegan las nevadas mayores, así consecutivamente hasta que la temperatura se eleva nuevamente, creando gigantescos aluviones por el lado sur del valle La Engorda. Como si fuera poco, se suma la faena instalada por AES Gener sobre estos humedales y pastos cordilleranos que captará dos esteros muy pequeños quedando en evidencia la inconsciencia y el gran desastre natural que estas empresas perpetúan en beneficio de muy pocos, logrando avanzar a través del lobby, contratos secretos y pagando por resoluciones ambientales a su medida, con un déficit pluviométrico de hace décadas. Si visitas el valle en verano podrás ver a qué me refiero.

La gran importancia que tiene conservar estos santuarios de la naturaleza para la vida de las personas, la inusual y gran afluencia de comunidades de esquí y snowboard que este invierno puebla Baños Morales y Lo Valdés y a su vez nuestras siempre vivas ansias de exploración y aventura, nos hicieron viajar a este lugar. Pensamos pasar algunos días en Nieves Negras, para visualizar el glaciar en condiciones invernales y saber qué depara este valle para el esquí de travesía.

Partimos desde el cabrerío cercano al puente colina junto a Lucas Díaz, motivado snowboarder local que se consiguió una tabla de splitboard para probarla por estos valles, juntos salimos bien pm con dirección a Nieves Negras, muy pesados y luego de una corta caminata llegamos a Baños Colina. Aquí hace algunos inviernos, se trata de mantener habitado el refugio para recibir a los que se atreven a caminar desde el puente colina, por 1 o 2 horas dependiendo de la cantidad de nieve o el equipo que uses para ir. Yo, fui en randonee, pero también lo hacen con raquetas, motos de nieve y helicóptero, así es que nunca sabes con quien te vas a topar cuando estés aquí. Pasamos a ver que estuviese todo bien en el refugio del lugar y nos encontramos a los cuidadores quienes nos recibieron muy contentos, ya que recién pasaba la tormenta y no veían a nadie en mucho tiempo. Esa tarde decidimos pasar la noche en este mágico lugar, disfrutando un relajante baño termal, había despejado y estaba apareciendo el cielo estrellado por lo que no pudimos evitar quedarnos ante este regalo de la naturaleza.

Muy temprano rumbo al glaciar el trayecto transcurre por un característico paisaje andino, existe un solo puente que esta como 1 k más arriba de la terma y dependiendo de los puentes de nieve que se forman sobre el rio, podrás cambiarte de lado, de lo contrario deberás cruzar como puedas o meterte al agua, lo mejor es que en este lugar aún es posible experimentar una caminata solitaria y sin aglomeraciones. Luego de 4 horas más o menos llegamos a la junta de los esteros Blanco y Colina, que marcan el inicio de la ruta al glaciar de Nieves Negras al Este, y al Sur la ruta que sigue hacia el paso fronterizo portezuelo de colina, al Cerro Castillo (5468m) o Laguna Garañino.

Al llegar a este punto el panorama era muy distinto al esperado, bajaba un viento muy fuerte del lado Sur, lo que hacía que en esta unión de valles la nieve se fuese a guardar a otro lugar que de aquí no veíamos, me refiero a la deseada nieve polvo, porque nieve en realidad había mucha, pero no estaba redondo como lo pensamos. En fin, dejamos los petates tirados y fuimos atraídos instantáneamente a esquiar una ladera del Cerro Amarillo (4221m) que tiene unas agujas impresionantes y muy estéticas, destacándose un morro ancho e impresionante que corona su cumbre, esquiamos desde el pie del morro de esta colorida montaña, para pasar junto a las atractivas agujas de tono rosado que acentúan su elegancia con la luz que caracteriza los atardeceres cajoneros. Estábamos listos, obscureciendo llegamos hasta nuestros petates directo a armar campamento, por que la temperatura desciende rápidamente junto al viento Argentino que comienza a ser muy frio al caer el sol. “Viento argentino” Es una manera de decir por la orientación del viento, siempre pensé que vendría del valle del cajón y seguiría subiendo, pero no.

Al otro día bien temprano caminamos sin objetivo claro, solo atraídos por los hielos milenarios que coronan el valle, protegido a un lado por el Cerro Manutara (4529m) el Cerro Panamericano (4500m) y el Cerro Amarillo cierran y contienen estas gigantescas masas de hielo hacia el Este, formando frontera natural con Argentina. Avanzamos por el valle discutiendo hacia donde iríamos hasta que llegamos a toparnos con el primer glaciar de la ruta, el primer escudo azul que da la bienvenida a una serie de bloques gigantescos que caen en una eterna procesión hacia las tierras bajas, este lento y milenario proceso ha hecho que se produzcan unos canales profundos y muy marcados que caen hacia la junta. Nos quedamos un momento bajo el hielo y decidimos avanzar sobre el glaciar tomando altura para dirigirnos al portezuelo entre el volcán y el cerro Manutara. Al visualizar la gran masa de hielo que cae hacia el lado Argentino, que es impresionante, al subir por el glaciar vimos por el lado izquierdo un gigantesco coliseo blanco y con muchos azules, quedamos pegados, inmóviles mirando un rato… ahí estaba al fin, toda la nieve del valle concentrada en un codo que no se deja ver hasta que estás metido hasta el fondo.

Hielo milenario

Nos llenamos de motivación y nuestro rumbo cambio 180 grados para caminar a lo que sería la conexión con el valle de La Engorda junto a la cumbre del Cerro Andrade (4062 msnm) y más al este el brazo mismo del volcán San José, estábamos en el Olimpo y este nos dio free pass, ya que apareció un grupo de personas en motos de nieve que pese a sus esfuerzos no pudieron conectar con estas laderas de los sueños, a lo lejos veíamos como las motos subían el Cerro Amarillo como si nada, pero les era imposible pasar a donde nos dirigíamos. Ese día, el pequeño valle se reservaba solo para caminantes, esto recargaba de energía las piernas y le mandamos hasta el mismo vértice que divide ambos valles. A las 5 pm estábamos en este lugar viendo como el sol se perdía en el horizonte, estos momentos son lo máximo en la vida de quienes amamos la naturaleza salvaje de las montañas y la libertad que ésta nos entrega, además son coronados con esquiadas increíbles con nieve de calidad mundial.

Atardecer en Nieves Negras

El miércoles 15 volvimos por la misma sesión, solo que esta vez esquiamos desde el vértice oeste bajo la cumbre del Cerro Andrade, nuevamente día soleado y calidad de nieve espectacular. Ese día se terminaba celebrando si o si, esquiamos hasta la carpa agotados y felices por las buenas condiciones del glaciar y todo su entorno. Volveremos, pensé, porque ya sabía que esto se terminaba, estaba pronosticado que el jueves entraba una tormenta.

Amaneció nublado y muy frio, ya bien desquiciados con tanta caminata levantamos campamento y nos retiramos, dando las gracias, por tanto, pasamos por un termazo express y como habíamos acordado, en el cabrerío estaba nuestro transportador listo para la extracción a las 5 pm. Fue un miniviaje increíble de mucho aprendizaje, solo me gustaría agregar que en invierno nuestra Cordillera de Los Andes se vuelve un real templo para los amantes de la nieve y el hielo, sobre todo con un nivel de caída y mantención que hace años no se daba, convirtiéndose en una plataforma deportiva con inagotables vías y rutas por explorar. No todos lo entienden, tampoco se pretende que así sea, pero ser un afortunado de tener estas visiones me hace solo agradecer todos los pasajes de la vida que busqué vivir, paradisíacos y difíciles, con alegrías y tristezas. En momentos de distanciamiento social, barreras sanitarias y confinamiento, se agradece y disfruta

mucho más de los momentos simples de la vida, de alegrías y todo lo demás. Las distracciones y restricciones globales pasarán y más que nunca debemos recordar que solo la naturaleza nos puede dar esa libertad que hoy es tan valorada, por lo mismo, actuar y pensar más en cómo cuidaremos y cuidarás ese lugar que extrañas y que tanto quieres disfrutar se vuelve elemental.

Por el Agua, las Montañas, Ríos, Lagos y Playas libres de aquí y allá…

Agradecimientos máximos a las personas detrás de Termas Valle de Colina – Lodge Lo Valdés – tienda Volkanica – Patagonia – Courant Chile – Stanley y al colectivo de alta montaña BIOS Exploración por apoyarnos siempre, esperamos que en noviembre tengamos festival y volvamos a reunirnos… nos vemos por la Montaña.

Fecha de la expedición domingo 12 al jueves 16 de julio 2020

Para más información del proyecto alto Maipo CLICK AQUÍ

Para más información de las termas y el access al valle de Nieves Negras

www.termasvalledecolina.com

@lovallfest

#DefiendeMaipo

Rodrigo Díaz
Residente Lo Valdés