Esquiar siempre se trata de dilemas; ¿Cuánto dinero gastar en equipo? ¿Cuánto tiempo dedicar para llegar a una pista? ¿Cuál es la relación riesgo/recompensa en esta cara de la montaña? Dependiendo de dónde te encuentres, el tipo de terreno que estés buscando y las pistas que quieras seguir, estas compensaciones cambian constantemente. Sin embargo, una cosa que permanece constante es la eficiencia. Ya sea para planchar un truco desafiante o una línea radical, el “camino mas directo” suele ser preferible. Ahorras tiempo, ahorras energía y andas más. Tiene sentido…
Para Nikolai Schirmer, uno de los mejores esquiadores de freeride del mundo, la búsqueda constante de líneas radicales y powder lo lleva a él y a su equipo al Skyway Monte Bianco. En el lado italiano del Monte Blanco se encuentra esta maravilla de ingeniería; un sistema de teleférico alucinante. Con cabinas cada 15 minutos y un descenso de más de 1,2 kms, los esquiadores pueden recorrer más de 5 km en un día.
Esta eficiencia no está exenta de riesgos, y eso es importante tener en cuenta. Nikolai señala que las temperaturas cálidas pueden desencadenar fácilmente avalanchas de varios tamaños en toda la montaña. Con una política que dice: “Ve a donde quieras, pero es tu elección”, esquiar alrededor del Skyway Monte Bianco es increíblemente peligroso y solo debe ser realizado por esquiadores experimentados en el backcountry. Esto no es un resort normal en términos norteamericanos (con control de avalanchas, cuerdas, etc…). Pero esta es otra compensación. Para los locales, es casi normal. Para el de afuera, parece una locura.
Ubicado en el lado italiano del Mont Blanc, el Skyway ofrece al esquiador hambriento la posibilidad de un gran desnivel, pero el lado oscuro de toda esta nieve es que ocurre en un terreno extremadamente peligroso de avalanchas orientadas al sur.
La regla de no esquiar después de las 12 no lo hace seguro antes de las 12, por supuesto. Esquiar polvo en Skyway es una de las bajadas mas peligrosas de mundo. No vayas a menos que estés preparado para arriesgar tu vida compitiendo con avalanchas como lo hacen los locales.