Reporte de Francisco “panchi” Bocaz.
Febrero fue… ski de rando en el Glacier National Park, mas conocido como Rogers pass en BC, Canadá.
El 6 febrero decidimos ir por el día a randonear al parque nacional ubicado a 1 hora 20 minutos en auto desde Golden, el pueblo donde estoy viviendo. Fui con Robin Cecioni, amigo franchute que vive en su camper van y adicto a la nieve polvo… me contaba que BC (British Columbia) lo atrapó por la calidad y cantidad de nieve que tiene. También a randonear se nos sumaron Ariane y Kevin, amigos del pueblo.
Primer dia en Rogers Pass, nos registramos en la recepción del parque, las condiciones de avalanchas eran considerables ya que había nevado mas de 40cm la noche anterior, así que por seguridad decidimos ir a esquiar en los pinos y bosques. Hicimos 2 caminatas de 2 horas, el paisaje era increíble y el terreno interminable, todo redondo.
Nueva tormenta en Rogers Pass y volvimos el 14 de febrero al parque nacional, esta vez nos quedamos a dormir en la campervan de Robin. Llegamos por la mañana a registrarnos al parque y nos encontramos con JF Lebrecque, un amigo que también vive en Golden, se sumo con nosotros y salimos a randonear con mas de 60cms de nieve seca, decidimos ir por los pinos, pillows y lugares nuevos.
El día 15 de febrero desayunando en la campervan conocimos a Tak, un japonés que andaba por unos días en el parque, se encontraba solo, así que por seguridad y buena onda lo integramos al grupo.
Terminamos febrero con 4 días en el parque, durmiendo en la famosa campervan que se transformó en nuestro hogar. Primera noche y Tak se hace presente por casualidad. Cenamos y cargamos energías para salir a andar al día siguiente. 9am mientras ascendíamos por ¨teddy bear trees¨ nos encontramos con una pala que parecía ser la de los sueños, las condiciones climáticas, el terreno, la nieve, todo hacía de este un día especial. ¨Frequent Flyer¨ su nombre lo dice todo, es conocida y riesgosa, la pala termina en un canelón angosto de unos 90mts de largo creando una trampa en caso de avalanchas. Pero aun así decidimos esquiar esta pala de los sueños, tomamos las precauciones necesarias de seguridad (como corresponde) y A ESQUIAR!