Por: Agustina Tramunt
“Que venga! que venga que nada la detenga!”
Todos en el Valle hablan de que se viene la primer nevada, que se esperan más de 2 metros de nieve, que estaremos unos días sin luz y con los caminos tapados… yo no entiendo mucho, pero siento la emoción en el aire! En los árboles no quedan casi hojas y si se viene la nieve eso quiere decir que llega el esperado INVIERNO!
Pero la emoción duró poco. Toda la Cordillera de los Andes estaba bajo nieve, mientras que por la ventana de mi casa solo veía caer la lluvia. Fueron 3 largos días… mi papá andaba “con cara larga”, mi mami perdía las esperanzas.. Así que el domingo a la mañana sacamos todos los instrumentos musicales y llamamos a la famosa nieve! Yo toqué tambor, papá sonajas y mamá Ukelele: “que venga! Que venga! Que nada la detenga.. Ukachaka! Que venga! Que venga! Ukachaka!” Bailamos un rato invocando la tormenta! Hasta mi mamá pidió que bajara la temperatura! Yo no lo podía creer! La nieve vuelve loca a la gente!
Todos estaban perdiendo las esperanzas pero en casa andábamos felices como si ya nevara! Creemos en el poder del Universo y habíamos sido claros con el mensaje, solo quedaba esperar!
Papá sacó mis botas de la bodega, y me puse el equipo completo de ski en el living de casa! “Que venga! Que venga”, seguía cantando en mi cabeza.
Y así de a poquito la lluvia se empezó a poner blanca, el agua se secó y todo el jardín estaba blanco! Estábamos todos tan felices! Mi papá me tiraba por el aire!
Una hora mas tarde ya no aguantábamos más mirando por la ventana! Nos abrigamos bien ✔ traje de nieve✔ skis ✔ mi perra ✔ Primero hicimos “la danza de la nieve” que según me contaron mis papás es una tradición familiar que hacemos para agradecer que llegó la nieve!
Y ahora si, a esquiar! Me tiré por la rampa de casa una y otra vez, las primeras bajadas se sentían raras, las piernas estaban flojas y el equilibrio no ayudaba, pero después de tirarme y tirarme ya estaba fascinado! Esquié en mi jardín bajo la tormenta hasta que se hizo de noche y mamá preparó chocolate caliente! Me encanta la nieve! Que venga! Que venga!
Me desperté temprano y ansioso! Papá había dicho que no iba a subir al cerro ese lunes porque iba a esquiar conmigo, íbamos a construir saltos con pala! Que emoción! Mamá dijo que eso era AMOR de papá!
Mis botas y las de mi papá estaban al lado de la estufa. Desayunamos mientras veíamos el sol asomarse atrás de los volcanes! “Noah vamos a esquiar powder! Y encima en el manso día de sol” decía mi papá. Yo no daba mas de la alegría! Todos estaban tan felices!
Así que nuevamente ordenamos nuestro equipo, salimos de casa listos para el día de aventuras en la nieve! La mañana estaba helada! “Ideal para que las condiciones se mantengan”, decía papá. Mi mamá no paraba de ponerme más y más abrigo.
Agarramos palas, troncos de leña y una viga larga. Papá incluso tenía una pala pequeña para que yo ayudara a palear! Construimos juntos mi super salto! Papá dijo que empezáramos con un saltito chico, para mi era gigante y tenía que ir rajado! Saltamos una y otra vez, hasta pusimos un palo y aprendí a deslizar de lado! Mi papá saltaba y saltaba! Yo de la emoción saltaba antes de llegar a la punta del salto y se me salían los esquíes! Nos reímos mucho esta mañana! Aprendí mucho con mi papá! Es el mejor esquiador del mundo! Salta re alto y el si que anda a foooooondo!
Después de más de 3 horas mamá dijo que estábamos cansados y que mejor comiéramos una colación y siguiéramos en la tarde! Yo quería seguir saltando pero mi mamá prepara las colaciones más ricas así que nos convenció!
Fue un día increíble! No veo la hora que vuelva a nevar!