Felipe Cancino, y otros 30 deportistas recorrieron los senderos de este importante bosque que lucha para seguir vivo tras los incipientes acercamientos de la actividad minera.
A unos 45 minutos de distancia de la ciudad de Quito, el Chocó Andino comprende 286.805 hectáreas, de las cuales 14.000 están compuestas por bosques nativos. Un ecosistema de suma importancia para el equilibrio natural que es hogar de más de 270 especies de mamíferos y otras centenas de especies vegetales, además de ser fuente de agua potable para la Región Metropolitana de Ecuador.
El Chocó Andino guarda aún bosques prístinos y especies que ni siquiera han sido identificadas, sin embargo, se ve constantemente amenazado por la actividad minera. A pesar de haber sido declarado Reserva Natural de la Biósfera por la Unesco en el año 2018, ya hay registro del avance minero en la zona, incluso de forma ilegal. El registro de la actividad minera impacta no solo a las comunidades biológicas del sector, sino también a los habitantes Mashpi y otras comunidades que custodian esta rica zona natural.
Este escenario motivó al trail runner nacional, Felipe Cancino a trasladar el evento de activismo deportivo apoyado por Patagonia, “Senderos”, al Chocó Andino. “Seleccionamos un grupo acotado de 30 deportistas con el fin de no generar un gran impacto en el medioambiente, ni en las comunidades locales. Corrimos alrededor de 15 kilómetros por los senderos que encontramos en el bosque hasta llegar a la comunidad Mashpi que nos enseñó la importancia de la agricultura regenerativa para cuidar nuestro planeta”, contó Felipe Cancino.
Según el deportista y embajador de Patagonia, los habitantes de Quito se caracterizan por llevar la acción de correr en su ADN, ya que provienen de una cultura ancestral que se basaba en la creación de senderos donde personas trasladaban información y mercancías corriendo. Por esto, esta primera versión internacional de Senderos tuvo una gran acogida entre la comunidad de deportistas de Ecuador, quienes además pudieron reflexionar en torno a la relevancia de cuidar espacios naturales como el Chocó Andino.
“Hasta hoy la comunidad corredora en Quito es muy grande. Mucha gente sale a correr, mucha gente hace deporte. Es una actividad muy democrático y abierta, se puede correr en muchos lugares de la ciudad. Entonces vimos una gran oportunidad de vincular el deporte con las problemáticas medioambientales que existen a su alrededor. De esta manera, el Chocó Andino era el lugar ideal para generar conciencia y conectar a los corredores con esos ecosistemas de los cuales son parte”, agrega Cancino.
Junto con problematizar la constante amenaza bajo la que se encuentra el Chocó Andino, Senderos invitó a sus asistentes a hacerse parte de la recolección de firmas “Quito sin minería”, impulsada por jóvenes ecuatorianos con la finalidad de levantar una consulta ciudadana que impida el avance de la minería en la zona. Esta instancia democrática necesita juntar 200.000 firmas hasta octubre para lograr realizar la consulta popular que establezca los límites y protección del bosque.
“El llamado a la acción de Senderos fue incentivar a los asistentes no solo a seguir disfrutando y cuidando del bosque del Chocó Andino, sino también a firmar y convencer a sus familiares y amigos de la importancia de realizar esa firma. Está en las manos de los ecuatorianos proteger esta Reserva de la Biósfera que mantiene en equilibrio sus ecosistemas. Esta oportunidad única de vínculo comunitario ambiental es lo que permite el deporte outdoor, por tanto, hay que impulsar el cuidado del planeta”
Senderos es un evento de Trail Running y de activismo ambiental que se realiza desde el año 2018 en Chile con el objetivo de visibilizar las causas ambientales que mueven a los deportistas nacionales con el fin de cuidar el entorno natural para las generaciones futuras y vincular a las comunidades de corredores con estos lugares que se encuentran amenazados. Organizado por Felipe Cancino con el apoyo de Patagonia, este es el primer año que se realiza fuera de los límites nacionales.