Club de Montaña de Osorno: un ejemplo de perseverancia.

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Hablar de esquí de montaña es hablar de un mix de cosas, de historia, de esfuerzo, de cómo practicas un deporte que es poco entendido y es también hablar de pioneros que han hecho de este bello deporte un estilo de vida. El esquí de montaña no obedece las reglas del esquí tradicional que utiliza medios de elevación mecanizados, se caracteriza por la libertad que brinda al montañista de elegir la ruta que desee y esta es la parte en que enloquece a todos.

Utilizado desde hace miles de años según vestigios nórdicos, no se tiene certeza en qué momento ni quién trae por primera vez esta modalidad a nuestras montañas. Relatos cuentan que durante la construcción del tren trasandino, principios del 1900, ciertos especialistas utilizaban esquíes para movilizarse entre los puntos en construcción, por lo que sus inicios en estas tierras data de hace ya varios años.

En la historia reciente, la Escuela de Alta Montaña del Ejército y a la Federación de Andinismo de Chile son los precursores, ellos por el año 2000 comienzan a unir esfuerzos para su desarrollo y en esa línea, se organizan cursos formativos con instructores militares, cursos de jueces y por supuesto se disputaron las primeras competencias. En el año 2005, el entonces club de montaña Amun Newen de Osorno, por encargo de la Federación de Andinismo de Chile, organiza la primera carrera fuera de la zona central, la cual contó con la participación de exponentes nacionales y argentinos. Este hecho gatilló la creación de un equipo de trabajo que más adelante tomaría gran protagonismo, y es que a partir del año siguiente, los miembros del Amun Newen serían claves en la organización de diferentes fechas del campeonato nacional que dirigía entonces la Federación.

El proyecto federado iba tomando fuerza, durante los años 2006 y 2007 se realizaron diversos cursos formativos, un nutrido calendario de competencias en diferentes centros invernales, se conformó la selección nacional que luego se envió al mundial de la disciplina en Italia, coronando todo lo anterior con la organización del Sudamericano de Chillán 2007. Sin duda fueron los años dorados para el esquí de montaña en Chile.

Tras los años de bonanza vinieron los años de sequía. Iniciado el 2008 se genera un quiebre en la continuidad del proyecto que afectó desde la Federación hasta las distintas organizaciones asociadas, las cuales sin ser parte del mismo problema, entraron en crisis provocando un estancamiento severo en el deporte. Tal situación no parecía ser grave y fue el tiempo el que se encargó de demostrar la cruda realidad.

Al carecer de una estructura que diera soporte a los planes del esquí de montaña, los procesos formativos y competitivos acostumbrados en años anteriores serían cada vez más difíciles para sus gestores, aun así, con gran esfuerzo se siguieron desarrollando competencias en Antillanca y Volcán Osorno, pero cada vez más pequeñas. El destino de la disciplina parecía estar escrito, un hecho que marcó un antes y un después fue la competencia realizada en Antillanca el 2011 por un club de escalada de Puerto Montt en donde sólo llegaron 4 corredores. Esa experiencia haría abandonar hasta el más tozudo de los mortales, pero no. Más allá de sepultar la idea de seguir intentándolo generó una nueva oportunidad, y es que apenas unos días después, un 7 de noviembre del 2011 en una pequeña sala del Consejo Local de Deportes de Osorno se constituye el primer club de esquí de montaña del país. 

Con la fundación del Club de Esquí de Montaña Osorno se renuevan las energías, se crea una pauta de trabajo a largo plazo con objetivos claros y se comienza a implementar los talleres formativos en montañismo y esquí, todo esto con miras a captar nuevos integrantes y generar un progreso en materia organizacional y deportiva. De a poco el club de Osorno va tomando protagonismo al ser el único a nivel nacional que realiza actividades competitivas, pasando de un puñado de corredores de años anteriores a realizar la competencia más numerosa de la historia a nivel nacional, la RandoAntillanca 2017.

Todo iba de maravillas, hasta que en julio de 2018, se tuvo que suspender la tradicional competencia dejando casi a la deriva las pretensiones del club. Es en ese instante donde comienzan a brotar los frutos del trabajo realizado y tras varias ofertas y decisiones rápidas, la competencia que era una sola en el año se transforma en un campeonato de 4 fechas siendo las nuevas sedes Volcán Osorno, Nevados de Vilcún, Huilo Huilo y Corralco.

El Campeonato 2018 produjo la explosión del esquí de montaña y un entusiasmo en los participantes como en los mejores tiempos, oportunidad precisa para dar paso al siguiente nivel, la conformación de “La Comisión de Esquí de Montaña”. Creada en noviembre del 2018, apenas unos días después de la última fecha en Corralco, esta comisión fue liderada por el club de Osorno y definió las normas y fechas de competencias para el 2019. Además fue la base para la creación de dos nuevos clubes de la disciplina; Pinohuacho de Licanray y Nevados de Vilcún en el volcán Llaima.

Al día de hoy, el esquí de montaña en Chile está a las puertas de enfrentar el más grande desafío de su historia. Se han confirmado 8 fechas de competencia para este año y tras 12 años de ausencia, se comienza a trabajar nuevamente con la Federación de Andinismo de Chile con quienes se tan trazado proyectos que ya traspasan fronteras y han llegado hasta la Federación Internacional de Esquí de Montaña ISMF, quienes han propuesto un programa de desarrollo ambicioso para los próximos años que incluye; realizar un Sudamericano de la categoría para el 2020 y un Panamericano el 2021, planes que vienen a pavimentar la ruta del verdadero objetivo que es situar a Chile en los próximos Juegos Olímpicos de invierno.