En los últimos años ha ocurrido un notable aumento en la cantidad de gente que frecuenta la montaña para practicar deportes invernales en Chile.
Los deportes de montaña no solo nos ofrecen un espacio para expresión de la libertad personal, sino también muchos consideramos que las montañas son uno de los espacios mas seguros en tiempos de pandemia.
Esto junto con la imposibilidad de centros de esquí de poder abrir normalmente en el año 2020, impulsó el esquí y snowboard a terreno de avalanchas (fuera de pista) de manera exponencial en Chile.
El crecimiento del randonnée, backcountry o esquí de montaña significó que muchas personas se adentraran en terreno no controlado sin tener pleno conocimiento sobre las estrategias de Manejo de Riesgo y conciencia sobre si estamos tomando buenas o malas decisiones.
El año 2020 un grupo de más de 20 profesionales de avalanchas se reunieron a hablar de estos temas con la idea de poder implementar Boletines de Avalanchas en Chile, definir las Mejores Practicas para la industria y Estandarizar Conocimientos. Con la sola finalidad de proteger a la comunidad que frecuenta la montaña durante el periodo invernal, proteger infraestructura y salvar vidas.
Los Boletines de Avalanchas son algo parecido a un reporte meteorológico, pero que nos informan sobre condiciones de inestabilidad del manto de nieve. Nos dan información específica sobre cuáles son los problemas estructurales del manto, dónde se encuentran esos problemas, nos informan sobre las “probabilidades” (likelyhood) de que un evento ocurra y el Potencial Destructivo que podría tener un desprendimiento de esta naturaleza.
En Chile estos servicios existen, pero no están disponibles para áreas o carreteras de acceso público. Sólo existen en el ámbito privado, algunas operaciones mineras y centros de esquí en la alta cordillera contratan a un equipo experto para tomar decisiones en cuanto a la evaluación del nivel de Peligro de Avalanchas, para luego ejecutar un programa de mitigación y desencadenamiento preventivo de avalanchas.
Conversamos con Hector Silva Peralta, quien es Presidente de la Fundación Chilena de Avalanchas para que nos cuente sobre el proyecto
1. ¿Cómo nace el proyecto?
La pandemia nos permitió dedicar tiempo a esta parte mas organizativa que generalmente no tenemos la oportunidad de conversar en grupo, ya que cada un de nosotros pasa gran parte del tiempo en terreno, es algo que muchos veníamos pensando desde hace años pero que finalmente se pudo concretar.
Un grupo compuesto por Héctor Silva Peralta (Presidente), Francisco Medina Schlotterbeck (Vice Presidente, Asesor Técnico) José Mandiola Alliende (Abogado, Asesor Legal), Claudia Aliaga (Manager de Redes Sociales y Comunicaciones), Luis Toro (Tesorero) y José Luis Troncoso (Director de Curriculum) dieron origen a la Fundación Chilena de Avalanchas (avalanchas.org) con la finalidad de crear este espacio de trabajo.
El proyecto de Chile Avalanchas quiere abordar la emisión de boletines de alerta en espacios públicos en distintas zonas del país y educar al publico general en materia de avalanchas para una interpretación correcta de los boletines.
Siempre lo pensamos como un aporte para toda la comunidad esquiadora y montañera de Chile, con la idea que un día pueda llegar a convertirse en un Servicio Público, y ser parte del sistema de alertas de riesgos naturales.
Creemos que esto va a contribuir a la seguridad de la comunidad en este proceso de masificación de la actividad recreativa en montaña y ayudar a que comunidades rurales no permanezcan aisladas durante los meses invernales.
2. ¿Cuales han sido las distintas etapas de desarrollo?
• El proyecto nace en el año 2016 con la implementación de Info-Ex CAA (Plataforma Profesional de intercambio de información relativa a avalanchas) en distintas operaciones, tales como Portillo Ski resort, Heliski Portillo, y CODELCO (División Andina).
• Luego se sumaron a esta red de intercambio de información Minera Los Bronces, Patagonia HeliSki, Powder South Heliski y Third Edge Heli, con la finalidad de advertir a operaciones vecinas sobre condiciones de peligro presentes en la zona.
Como profesionales sentimos la necesidad de contribuir a la seguridad de la comunidad montañera andina, compartiendo los datos que usamos en nuestro proceso de toma de decisiones mediante Boletines Públicos.
Sin embargo, nos damos cuenta que no tenemos la cantidad suficiente de Profesionales preparados en Chile para recolectar y recibir datos que permitan redactar Boletines asegurando que la información sea de calidad y que tenga continuidad en el tiempo. Es por esto que estamos trabajando en el desarrollo de alianzas con instituciones de USA y Canadá que ofrecen cursos profesionales con la intención de traer los cursos profesionales a Chile para el año 2022. Creemos que esa es la base del proyecto, debemos tener mas profesionales certificados para poder generar un mayor volumen de información robusta y de calidad.
Tampoco se puede exigir un cierto standard internacional a la industria nacional si no tenemos la capacidad de entregar la formación profesional dentro de nuestro territorio.
Junto con apuntar a la formación de Profesionales, también nos hemos dedicado a cubrir el otro segmento de la comunidad, aquellas personas que no pueden acceder a un curso de avalanchas recreativo certificado, con las llamadas “Avalanche Awareness”, o clínicas de concientización sobre avalanchas, además de entregar información a través de redes sociales y canales digitales.
Y por ultimo fue la formalización de una Personalidad Jurídica para poder representar la voz de trabajadores de avalanchas ante el gobierno y los distintos actores involucrados.
3. ¿Qué se viene a futuro?
Nos gustaría seguir desarrollando una App que empezamos a trabajar durante el año 2020, y que permite realizar reportes de condiciones de nieve, avalanchas y meteorología. Trabajamos con un Geógrafo experto en GIS, en el desarrollo de esta App que usamos para recolectar y compartir información relativa a avalanchas.
Es una App gratuita que esperamos se convierta en un canal oficial de comunicación sobre temas específicos a las avalanchas en Chile. Ya que, al momento, esta información viaja a través de grupos de WhatsApp o por distintas redes sociales y no permite entender el panorama completo sobre la situación actual en Chile.
Si esto ocurre, podríamos empezar a levantar información relevante que nos permitirá generar conclusiones que nos ayuden a determinar dónde enfocar nuestros esfuerzos, recursos y a futuro poder tener un Sistema de Alerta para zonas públicas de interés.
Solo nos enteramos de avalanchas cuando tienen consecuencias fatales, es mas, en los últimos años han ocurrido muchos casos en los cuales personas se han visto involucradas en ellas y nos enteramos a través de círculos cercanos. Es un tema cultural en Chile, se prefiere no hablar de ciertos temas por temor a ser juzgados.
Pensamos y sentimos que en realidad lo mejor que podemos hacer es alertar sobre condiciones de nieve inestable presentes en la montaña, y así reportar estos incidentes para que no le pase a otras personas.
Hasta el momento hemos colaborado con un grupo reducido de observadores en el desarrollo de las distintas funcionalidades de la aplicación. Los reportes recibidos nos han dado cuenta de las zonas que son más activas, los días más activos de la semana, los problemas de avalanchas mas frecuentes en determinadas zonas, la relación entre la ocurrencia de avalanchas y patrones meteorológicos, falencias en conocimientos, y en qué áreas debemos dedicar mayor énfasis. Por ejemplo, nos hemos dado cuenta que debemos dedicar mayor atención en enseñar el lenguaje apropiado, así como también enseñar a interpretar cartas topográficas.
4. ¿Que dificultades se han encontrado?
Aun no se ha tomado conciencia sobre el impacto que podría tener una avalancha, ya sea en nuestra comunidad cercana o a nivel de sociedad. Solo cuando arrastran consecuencias fatales estas logran tener un impacto tal que puede cambiar nuestra manera de percibir el problema. Idealmente no hay que esperar que esto ocurra para empezar a cambiar nuestra manera de afrontar estos temas. Esto tanto a nivel personal de quienes frecuentan las montañas con fines recreativos y también a nivel de Instituciones Gubernamentales que trabajan en la prevención de desastres naturales.
Por ejemplo en Chile, la Oficina Nacional de Emergencias ONEMI, tiene una extensa lista de eventos que son considerados desastres naturales: Entre ellos podemos encontrar incendios forestales, aluviones, crecidas de ríos, ráfagas de viento, actividad volcánica, terremotos, tsunamis, incluso la Pandemia. Sin embargo, a la fecha, las avalanchas aun no han sido incorporadas en la categoría de desastres naturales, aun teniendo registros históricos de accidentes que dan cuenta del impacto que las avalanchas han tenido en nuestra sociedad.
En Chile no existen al momento programas de control y mitigación de riesgos de avalanchas para carreteras, sin considerar los efectos que esto tiene para el país como lo puede ser la interrupción del flujo comercial en pasos fronterizos o comunidades que permanecen aisladas por causa de grandes cantidades de nieve y avalanchas.
Existen registros recientes de desprendimientos repentinos de avalanchas impactando el sistema vial, que afortunadamente no tuvieron personas involucradas.
Chile es un país de montaña y nos merecemos tener este tipo de servicio. Alguna vez nos comentaron que no somos Suiza o Canadá, por lo que era impensable en Chile aspirar a tener un sistema de prevención. Pero la verdad es que existen las capacidades, solamente falta la voluntad de afrontar el problema.
Esa es la importancia de este proyecto, Chile Avalanchas como organización representa la voz colectiva de los profesionales de avalanchas en Chile y tiene la capacidad de ofrecer soluciones reales.
Al momento Chile podría ir en dos direcciones posibles respecto al tema de avalanchas.
El primer caso seria el caso de Italia, donde un desprendimiento involuntario de una avalancha producido por un esquiador podría llegar a ser penalizado por ley aunque no haya afectado la integridad de nadie o producido daño en infraestructura, esto consecuentemente llevaría a no reportar condiciones de peligro y a mantener en secreto información que podría salvar vidas.
El segundo caso es seguir el ejemplo de Estados Unidos o Canadá, donde el sistema se basa en compartir la información y de esta manera generar sistemas de alerta que han demostrado estadísticamente ser mas efectivos en la prevención de accidentes.
Este es el gran cambio que queremos generar, concientizar y profesionalizar la industria de las avalanchas traería beneficios que impactarían positivamente distintos sectores del país.
5. ¿Qué mensaje le darían a la comunidad?
El mundo de las avalanchas implica un aprendizaje que dura toda la vida, nunca se termina de aprender, no basta con solo saber esquiar o andar en snowboard, también hay que aprender a leer señales, identificar qué es lo que esta pasando a mi alrededor, a veces las montañas nos reciben con brazos abiertos y otras veces nos dicen que no es el momento, que es mejor esperar y volver otro día.
A veces podemos confundirnos y pensar que alguien sabe mucho de avalanchas, simplemente por qué es un muy buen esquiador o “rider”, pero no es necesariamente así, tal vez tiene solo un nivel de Tolerancia al Riesgo mas alto que nosotros y parece saber mas de lo que realmente sabe.
Para entender el comportamiento de la nieve hay mucha ciencia involucrada, para esto se necesita estudiar mucho, tomar cursos formales profesionales y trabajar bajo la supervisión de mentores que tengan más experiencia que uno aplicando los conocimientos de manera profesional. Muchas personas logran este entendimiento desde la intuición, sobre todo aquellos que pasan muchos días inmersos en ambiente de montaña, pero la teoría es igualmente importante. Lo mejor es combinar ambas, sobre todo en el ámbito profesional, ya que tus decisiones impactan la vida de otras personas.
Debemos trabajar en cambiar el paradigma, en Chile es muy fácil que la gente juzgue a otros de irresponsables o que se emitan juicios cuando algo va mal.
Lo mas importante es no tener miedo a ser juzgados, compartir nuestros errores podría salvar la vida de otras personas. Como sucede en el ámbito de la aeronáutica, deberíamos analizar los accidentes y aprender qué sucedió para no cometer los mismos errores.
Por ultimo, el mensaje es tomar a decisiones conservadoras.