La Conti, profesora de educación física, escaladora y profesora de escalada, mujer de montaña. Acá un relato de ella y como ha sido su acercamiento a nuestra querida montaña, primero escalando y después a la nieve, pero que a diferencia de muchas, la Conti empezó al revés, desde las pieles a las pistas.
La bienvenida a la montaña
“Hace un unos años conocí a un amigo que me llevó a escalar y ahí fue donde conocí al Seba Rojas. Me puse a escalar y con el Seba nos hicimos muy amigos, maestro hasta el día de hoy. Me empezó a motivar, a llevarme a la montaña. Hace tres años el Seba estaba en Canadá y vio unos esquís, me llamó y me dijo ya Conti, tení que aprender, mándame la plata y los compramos. Me trajo mis primeros esquis y en ves ponerme a esquiar, me puse a randonear. Justo ese año el Seba se fue de expedición con unos amigos al Chalten, a Patagonia, y yo los acompañé hasta la base randoneando. Ese invierno me dediqué de lleno a entrenarme para esa expedición. ”
Valle las Arenas, Cajón del Maipo
La anécdota, el viaje al Chalten
“Me sumé a esta expedición con cuatro hombres máquinas, así que no quería y no podía quedarme atrás. Llegamos al campamento Niponino, en el Chalten. Cuando llegamos yo me tuve que devolver al pueblo porque ellos tenían que seguir para arriba y no podía quedarme en la carpa. Iba a quedarme sin gas y sin comida, mi única opción era volverme sola al pueblo y para eso tuve que pasa devuelta por los glaciares, morrenas, lagunas congeladas y comunicándome con ellos por radio cada diez minutos. El trayecto de vuelta sola era complicado, el día estaba nublado, luz blanca y medio nevando. Habíamos llegado hace 3 días al campamento Niponino y había nevado durante los tres días, así que tenía que estar muy concentrada para poder seguir las huellas que habíamos dejado. Caminaba por las lagunas, muy cansada, mentalmente mucho más que físicamente, entre el ruido de las avalanchas, la luz, el hambre, ya quería llegar… Después de esta experiencia, podía optar por abandonar o seguir. Y entonces, me di cuenta que la montaña era lo mío, plenitud. Desde ahí no he parado. Mi última expedición fue el año pasado a hacer montaña a Bolivia.
La montaña me llena, y entre que más pasan los años, me llena aún más. Desde que fui a Patagonia me gusta cada día más el invierno, sentir y verlo, ver cuando nieva, mirar las montañas y llenarme de ganas de tirarme por todas las miles de lineas que se me ocurren. Ahora quiero ponerme a esquiar, lo descubrí y me encantó. Solo quiero tirarme de las montañas para abajo.
La pista
Partí randoneando cuando me trajeron los esquis y justo ese año fue el viaje a la Patagonia, después no pare, randoneabamos y andábamos pero en el Cajón del Maipo, sin pistas. Nunca me motivé a ir a pista ni a centros, solo andaba en el cajón. Ahora quiero ir más allá, esquiar real y poder sentirme segura después arriba, y entendí que tengo que meterle a las pistas. En un principio no fue un desafío, pero ahora me lo propuse porque necesito aprender técnica, llegar a esquiar a un alto nivel para poder andar tranquila y de cabeza en alta montaña. Esquiar en pista es un muy buen entrenamiento, los andariveles envés de las caminatas te ayudan a tener más tiempo andando, esquiando, alturas, travers, etc… Tener la seguridad de tener el control completo de los esquis para tener la libertad de andar tranquila en alta montaña.
Mensaje para las chiquillas
Salir a randonear, es pura motivación, entrenar, constancia, siempre la motivación es clave. Siempre se puede.
La alta montaña suele rodearnos mucho más de hombres que de mujeres, es cómodo andar con ellos. Por ejemplo andar con amigos que ya tienen experiencia como el Seba, me da tranquilidad y motivación por que tiene experiencia de alta montaña. Siempre hay que tomar precauciones, no es para tomárselo a la ligera. Es necesario poder confiar con los que andas, cuando dicen que te la puedes, entonces estoy segura que me la puedo, me da mucha confianza y seguridad porque hay que saber leer la montaña. Siempre es bueno tener un partner del cual aprender y sentirse protegido en condiciones extremas. Sacar el curso de las Avalanchas, informarse del tiempo, de las condiciones de la nieve, de la temperatura, de la presión, humedad, etc. Siempre revisar el clima varias veces. Yo suelo ver el tiempo en meteoexploration, pero es bueno revisar varios opciones ya que hay páginas que usan diferentes sistemas de meteorología:
www.ready.noaa.gov/READYcmet.php