Todos estamos preocupados por nuestras reservas de agua. Al ritmo en que vamos en menos de 30 años la escasez de agua será tan grande, que la zona desértica de nuestro país habrá sobrepasado en amplio margen la ciudad de Santiago. De acuerdo con el último estudio de cambio climático realizado por el Centro de Agricultura y Medio ambiente de la Universidad de Chile, estamos próximos a una grave sequía.
Chile cuenta con unas de las mayores reservas de agua del planeta. Nuestros glaciares, gigantes masas de hielo distribuidas a los largo de todo el país, concentran el 70% del agua dulce que disponemos. Los glaciares son reservas estratégicas que almacenan agua en estado sólido para luego descargarla como líquida, permitiendo a los ríos y a las personas contar con este escaso recurso diariamente.
Hasta hoy los glaciares no tienen dueño, y las faenas mineras que se desarrollan cerca o sobre áreas de glaciares diseminan productos tóxicos que destruyen y aceleran su derretimiento, afectando la calidad del agua que bebemos y la disponibilidad de este recurso.
Un ejemplo claro es lo que está pasando en Pascua Lama con la minera canadiense Barrick Gold. Hasta el momento, solo en la fase de construcción ya se han destruido gran parte de los glaciares que alimentan a los ríos que son la principal fuente de agua de todo el valle del Huasco hasta el mar, contaminando irreparablemente ríos como el Conay o el Alto del Carmen, dejando en una grave situación a las comunidades que dependen de estos ríos para subsistir y dañando ambientalmente las fuentes de agua potable provocando un gran riesgo para la salud de sus habitantes.
En Santiago, el proyecto Andina 244 contempla la expansión de faenas de Codelco en lo alto de las cuencas de los ríos Aconcagua, Mapocho y Maipo, para producir concentrados de cobre, destruyendo glaciares que abastecen de agua a las comunas cordilleranas y del sector norte de la capital por los próximos 65 años.
Por todos estos abusos a la salud y a la vida de las personas, es que se hace tan necesario que se cree una legislación que los proteja como patrimonio y recurso básico necesario para la subsistencia de todos los Chilenos.
Ahora en momento de elecciones es cuando debemos sacar estos temas tan importantes a la luz, y tomarle el peso real de este grave problema que atenta contra el futuro y la salud de los habitantes de nuestro país.
Para apoyar de alguna manera a la causa es que existen instituciones como Greenpeace Chile quienes comenzaron una campaña para sumar firmas, para pelear por una ley que proteja nuestros glaciares y así poder asegurarle un medioambiente seguro a las nuevas generaciones de nuestro país. Únete haciendo click aquí.
