Eran las 9 de la mañana del día sábado en Valle Nevado, las nubes se movían amenazantes a través de las cumbres de la cordillera, unos tímidos copos caían de vez en cuando mientras los rayos del sol luchaban por asomarse entre la inestable capa de nubes. Las banderas de Mountain Hardwear flameaban a merced de una suave pero fría brisa. La tormenta parecía disiparse, la música comenzó a llenar el ambiente y poco a poco fueron apareciendo los primeros petos en la partida, el evento comenzaba a tomar forma y se daba comienzo así al primer encuentro oficial de Randoné en Valle Nevado, el Mountain Hardwear RandoRace.
Después de un rato el encuentro ya era un gran éxito, nada menos que 72 personas todos con algo en común, pieles en sus esquís y un tremendo ánimo para salir a caminar por la montaña. La energía de este gran grupo era potente y podía sentirse espesa en el aire, faltaban pocos minutos para liberar a esta gran manada de randoneros que comenzaron a apretarse sobre la línea de partida.
Al final de la cuenta regresiva 72 corredores partieron todos al mismo tiempo, algunos disfrutando del paseo, otros enfocados en hacer el menor tiempo de la carrera y adjudicarse un lugar en el pódium. Los más rápidos de la categoría Elite iban a paso firme en dirección a la cumbre más alta de Valle Nevado: Tres Puntas a 3.670 mts sobre el nivel del mar.
El sol finalmente se dejó ver iluminando la blanca cordillera de fondo que había recibido una pequeña capa de nieve la noche anterior, la vista y el escenario eran majestuosos, estábamos realmente agradecidos de ese gran día que nos regaló la montaña.
Después de unas horas los primeros corredores comenzaron a aparecer en el horizonte, muy cerca de la línea de meta. Nada menos que 11,5 km de recorrido y casi 800 mts de desnivel en la categoría Elite, y 600 mts de desnivel en Open con 7 Km de recorrido, todo desde los 3.000 mts sobre el nivel del mar hacia arriba, los corredores llegaban empujados por una energía única más allá de la resistencia física, dando todo y más por llegar y completar el recorrido.
Nuevamente algunos copos se dejaron caer durante la tarde mientras una sensación generalizada de satisfacción y alegría inundaba la meta, caras de esfuerzo y sacrificio se transformaban en caras de júbilo y alegría, la misión estaba completa y no quedaba más que celebrar y agradecer esta gran jornada deportiva y de camaradería en la montaña, la cerveza nunca tuvo un mejor sabor.
Más información de la carrera en www.randorace.cl